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Dedicado a la murga ‘Esto es lo que hay’
Cuando escribo estas líneas lo hago con la calma y la perspectiva abierta que da, en este descanso autoimpuesto, el observar las cosas desde fuera donde adquieren otro sabor y otro matiz.
Cuando nos encontramos en la vorágine de la preparación de un concurso de murgas y unos carnavales dentro de un grupo esta, incluso a los más tranquilos del planeta entre los que creo me hallo, nos arrastra como una ola y nos hace perdernos detalles de la fiesta más importante de la ciudad que jamás podremos recuperar.
Este año vuelven varios de mis amigos de toda la vida, de la carnavalera y, sobre todo, de la que hay más allá de las fronteras de Don Carnal, a subirse a las tablas del López de Ayala con su nuevo proyecto “Esto es lo que Hay”.
Ellos, de hecho, ya han gozado de ese año de parón para volver a recuperar la perspectiva y la esencia que creían perdida y para volver a encajar las piezas de la filosofía que les/nos llevó al circo de ilusiones, y también mediático porque no decirlo, de Febrero.
Han vuelto a coger el traje, simbólico que no físico, de juglares y se han vuelto a montar en su carreta para volver a hacer el camino (ya lo escribía Machado y lo cantaba Serrat) con las ideas bien ancladas en una fuerte convicción de volver a hacer el carnaval que ellos entienden y que les sale del corazón.
Sonrió al verlos porque de esa manera, cuando los miro en esta nueva aventura, me sirven de espejo en el que se refleja mi imagen de hace 11 años cuando empezábamos, imberbes todos, a montar una historia grabada con los colores rojos y naranjas de “Titirimundi”.
Vuelven para volver a ser grupo, piña, familia en donde la humildad y el compromiso con la realidad son señas de identidad y las melodías sirven de dulce cuerpo a las letras con seda y hierro que no se callan ante nada ni nadie.
No ha sido un año fácil para el grupo y sobre todo para el alma del mismo, y que me perdone el resto, que con todas las dificultades que se ha encontrado aún así sigue al pie del cañón empujando con más fuerza si cabe para que este barco llegue a buen puerto.
Jose Luis Torres “Selu”, arropado por un magnífico e ilusionado grupo joven (debutantes algunos en estas lides) que le han devuelto la vida y el ánimo, está afinando su guitarra y afilando su pluma para obsequiarnos dentro de unos días con su poesía musicalizada cargada con la pólvora de las palabras.
Ya sabes “Selu”, y lo digo por mi propia experiencia que tú tan bien conoces y has compartido conmigo, que la vida ofrece en ocasiones envites que nos descolocan y parecen dejarnos derrotados pero, con el tiempo que tan sabiamente va colocando las cosas en su sitio de forma natural, se vuelven oportunidades para crecer, aprender y rearmarnos hasta hacernos sentir más fuertes (Rubén Vázquez y Jorge Calvo te acompañan en esta singladura y eso es un valor seguro).
Señores y señoras, damas y caballeros, este grupo que vuelve a ponerse el disfraz en el mes de la alegría y la sátira se presenta para dar batalla y estoy convencido que me hará levantar de mi butaca de espectador, en esta torre dorada en que me encuentro, y con las voces al unísono sonando como una sola resonará: “Esto es lo que Hay”. Mucha suerte, animo y que lo disfrutéis.
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| Murga ‘Titirimundi’ entre bambalinas en el concurso de 2011 |
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Autor:
David Falero
Nacido en el barrio de San Roque, lugar donde los machas nos hemos forjado en un carnaval de calle espontaneo, exiliado por razones sentimentales y laborales (y solo de forma provisional) en la pacense barriada de Maria Auxiliadora. Mi periplo murguero comienza en la primavera de 2003 en que, junto a mis tres mejores amigos, montamos un grupo que se tradujo en la fundación de la murga Titirimundi. Después de 7 años dirigiendo, junto a Jose Luis Torres «Selu», esta agrupación, dejo de pertenecer a la misma. Unos meses despues de esta salida, Santi Linares me llama para unirme al proyecto que están construyendo varios amigos y que derivó en la murga Pixa a la Fulaneska. Familia carnavalera a la que pertenezco desde ese momento aunque este año he decido tomarme un descanso de concurso y carnaval.
