Paz, Amor y los Water lo mejor
Los Water Closet salieron victoriosos en la cuarta sesión bastante entretenida.
CRÓNICA DE LA CUARTA SEMIFINAL DEL COMBA 2023
Los Espantaperros
En la cuarta sesión los encargados de romper el hielo es la banda de rock que nos traen los Espantaperros este año. Con las caras de Ignacio Grajera, de la Reina Leticia Ortiz y de Froilan ocupando el forillo, arrancaron con el sonido de fondo de la mítica serie de televisión Fraguel Rock, y es que ese es precisamente el nombre de la banda. Ritmo vertiginoso y juego de luces al tipo desde el principio, para continuar con un 3×4 para finalizar la presentación.
La primera copla es una autocrítica a los comentarios de los propios murgueros sobre las murgas rivales, señalando esto como uno de los lastres del concurso. Rara vez se ven autocríticas por lo que resultó original. Muy aplaudido. La segunda por su parte es una crítica al presidente de la Junta de Extremadura. También se aplaudió ampliamente.
En los cuplés relacionaron la permisión de entrada de mascotas en el centro comercial El Faro con el panorama político en el primero. El segundo es un suceso a raíz de una confusión con el vapeador de nuestros rockeros. Muy divertidos. El estribillo gustó igualmente.
En la disciplina larga sin duda alcanzaron sus mejores momentos. Mostrando una buena afinación podemos destacar cuartetas como la referida a la actuación en Mérida o “qué chungo se está poniendo el mundo”. El ritmo del popurrí es altísimo, como se supone en una banda de rock. Despedida emocionante que sirvió de colofón a una actuación notable.
Vuelve la mejor versión de Los Espantaperros y eso es algo muy a celebrar.
Los Minifolk: Lo ven todo clarísimo.
Vuelven por segunda vez la murga que el año pasado llegara de la cantera dejando un gran sabor de boca en el concurso. Había ganas de verlos y no defraudaron. Vienen de adivinos gitanos de feria. Al comienzo a media luz, sigue una presentación por tanguillos muy divertida que defendieron con mucho arte. Se notan las tablas pese a su Juventud.
Los pasodobles van precedidos de unos punteos brillantes. Sentimiento blanquinegro para el primero, demandando éxitos al equipo local. El segundo es una demanda de más investigación, ya que expresan que la ciencia es lo más importante. Se echa de menos más pasodobles de esta temática. Aplaudidos ambos.
EL primero cuplé habla de la variedad de desayunos de la ciudad con originalidad. El segundo es un repaso al papel cuché. Gracioso estribillo que gustó a un respetable que una vez más se quedó con todo el papel de la noche.
Con la misma gran afinación del resto de la actuación y unos juegos de guitarra de nivel hicieron un popurrí en el que no faltó la actualidad, cuartetas al tipo y crítica social. Subrayamos la cuarteta referida al oculista que fue a visitarlos, o la referente a las duración de dos semanas del presente carnaval. Comenzaron la despedida a media luz para dotarla de ritmo en la parte final.
Si el año pasado los Minifolk gustaron, este año han dado un salto apreciable a todos los niveles. Gran pase.
Pa cuatro días: En blanco y negro
Pa cuatro días nos ofrencen una imagen propia de otros tiempos. Como si de Bienvenido Mr. Marshall se tratara, representan una plaza de un pequeño pueblo del centro de Extremadura que espera la visita de los políticos de Madrid. Van ataviados con el traje típico folclórico de Castuera y no faltan personajes cliché como el cura, el guardia civil, o el alcalde que desde un balcón ofrece un discurso al pueblo.
El primero de los pasodobles es una crítica feroz al gobierno autonómico (objeto principal del tipo). El segundo es un homenaje al comentarista carnavalero fallecido este año Ricardo Taylor. Fue el momento emotivo de la noche. Hay que decir que las dos coplas fueron muy aplaudidas.
En los cuplés traen una forma original de cantar ya que llevan una parte hablada que hizo mucha gracia. Destacó el segundo dedicado al “gracejo” a tener en cuenta por el jurado este año y al “superintendente” de la policía local y su polémica con los artefactos.
El popurrí también resulta muy divertido. La mezcla de canciones folclóricas con regueatton es una fórmula original que cuaja a la primera. La dedicada a la jota de Guadalupe gustó especialmente. Dejan sabor de murga antigua en alguna cuarteta. Amagan con una retirada en la despedida para negarlo a continuación.
Con sabor añejo y humor rudimentario (también es algo que va en el tipo), mejoran con creces la actuación del año pasado.
Los Escusaos: Mi casa es la tuya
Hora de un nuevo debut en plaza. La murga valverdeña son unos okupas que se nos cuentan en la presentación como asaltan un chalet de lujo en Las Vaguadas. Empiezan con tono distendido para acabar con un “mi casa es la tuya”.
El primer pasodoble es una exigencia al presidente extremeño, Fernández Vara, en la que demandan más defensa de la región. El segundo va dedicado al uso poco moral que hacen los políticos del tema de la salud mental en campaña electoral. Se oyeron palmas tras cada pieza.
A los avances en la ciencia fue referido el primer cuplé y a una cacerolada el segundo. El estribillo siguió la línea de simpatía de la dupla.
En el popurrí destacaron cuartetas como “socavón” o aquella en la que contaron la visita de la policía para echarlos de la casa ocupada. Pero sin duda lo mejor del repertorio es la despedida, en la que dan un “consejo de okupación” y nos invitan a vivir el momento. A la fiesta final se unieron en escena el policía y el dueño de la vivienda.
Los Water Closet: Comunaverga.
Cierra la noche la laureada murga pacense que este año viene de comuna hippie acampada en el parque de la alcazaba. Plantan su sello de identidad desde la presentación con multitud de broma y se meten en el tipo como no lo hace nadie (si alguien quiere un ejemplo de gracejo, que vea la actuación), ofreciendo siempre buen sonido.
Primer pasadoble de presentación, muy metido en el tipo. El segundo bastante superior, es un pasodoblón que pone en valor a las 14 murgas que aguantaron el tirón el año pasado participando en el concurso. Está escrito magistralmente.
En la tanda de cuplés, dedicaron el primero a la crisis de los 40 y su afición por la bicicleta, mientras que en el segundo pusieron verde a medio teatro, explicando posteriormente que el cuplé lo había escrito Shakira. Este último fue muy carcajeado por el público que a estas horas de la noche permanecía expectante. El estribillo es muy humorístico y de los mejores que se han visto hasta ahora.
Muchas cuartetas graciosas en el poupurrí. Destacamos la venta de pañuelos en un semáforo, “reciclando voy” o el inicio de la pieza en el que nos cuentan su experiencia tras probar alucinógenos. Afinación intachable durante toda la suerte larga, para culminar con una despedida que es la guinda de una actuación redonda.
Los Water Closet, que parecen recordar al humor que traían hace años, muestran una de sus mejores versiones. Los volveremos a ver, seguramente, más de una vez.
Debe estar conectado para enviar un comentario.